Reflexiones de Liderazgo Contemporáneo - Wilson Acebedo, Luis Cruzado y Julio Díaz

En el presente texto se analiza “El Príncipe” de Nicolás de Maquiavelo, obra que fue escrita en el siglo XVI, “en un contexto puntual de la vida de Maquiavelo en la que se encontraba alejado a la fuerza de la vida política” (Anfossi, 2024, p.35). Su vida y obra de Maquiavelo se desenvolvieron en el contexto de un cambio significativo en la estructura política y social. El príncipe fue publicado en 1532, donde el autor quiere mostrar como los príncipes deberían administrar sus dominios en varias situaciones con el fin de mantener su poder de manera efectiva y duradera. A través de los acontecimientos narrados, Maquiavelo presenta de manera muy concreta las características de un príncipe, que en la actualidad se debe reflejar en líderes en el país con la capacidad de dirigir estados, empresas, organizaciones y cambiar la estructura de gobierno actual en el que se vive, donde los grandes poderes económicos están monopolizando la economía y se evidencia corrupción en su máxima expresión, perjudicando a una gran mayoría de población, Tal como se evidencia en los siguientes párrafos, en los que se presenta las características de los líderes, además de las opiniones y/o críticas de otros autores de diferentes épocas que hacen alusión a la obra de Maquiavelo.

Maquiavelo argumenta que un príncipe, especialmente uno recién ascendido al poder, debe mostrar astucia y flexibilidad en su conducta. No es indispensable que posea todas las virtudes moralmente aceptadas, pero sí debe dar la impresión de tenerlas para preservar su autoridad.
Además, sostiene que, en el ámbito político, la moralidad convencional puede convertirse en un obstáculo para la supervivencia y el éxito del líder. Por consiguiente, sugiere que un príncipe debe adaptarse a las circunstancias y, si es necesario, recurrir a tácticas consideradas poco éticas para mantenerse en el poder. En lo que respecta a esto, Maquiavelo (1532) indica:

No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas, pero es indispensable que aparente poseerlas. Y hasta me atreveré a decir esto: que el tenerlas y practicarlas siempre es perjudicial, y el aparentar tenerlas, útil. Está bien mostrarse piadoso, fiel, humano, recto y religioso, y asimismo serlo efectivamente: pero se debe estar dispuesto a irse al otro extremo si ello fuera necesario. (p.90).

Sin embargo, esto no es ajeno a la realidad actual, vemos líderes políticos que hacen hincapié en proyectar una imagen de integridad y moralidad, incluso si sus acciones pueden ser cuestionables en términos éticos, aparentan virtudes y abandonan la moralidad cuando sea necesario para alcanzar sus objetivos políticos, son bastante inteligentes para discernir cuándo es apropiado actuar con estas virtudes y cuando es necesario desviarse de ellas, también, poseen una habilidad para adaptarse a diversas circunstancias políticas, muchas veces manipulando la verdad en beneficio propio, dejando notar que la percepción pública es más importante que la realidad. Además, Baños (2022) menciona que: “Del mismo modo que en tiempos del autor florentino se buscaban príncipes, reyes o emperadores capaces de gobernar, hoy en día buscamos líderes que puedan llevar adelante una empresa, un equipo de trabajo o un país” (p.13). Es decir, hoy vemos el surgimiento de líderes en diversos campos y sectores. Esto incluye líderes empresariales, comunitarios, políticos y líderes de opinión. Así mismo, hoy se espera que los líderes actúen éticamente y consideren las consecuencias sociales, ambientales y económicas de sus acciones. Esto significa reconocer la relevancia de sus ideas sobre el ejercicio del poder y la toma de decisiones para los líderes actuales. Finalmente, ¿Puede un líder político lograr sus objetivos y servir a su pueblo sin comprometer en absoluto sus principios morales?

En la obra “El Príncipe” del escritor Nicolás de Maquiavelo, aborda diferentes estrategias que un conquistador puede emplear, sugiere que un príncipe debe equilibrar cualidades positivas y admirables, como la fuerza, la compasión, la lealtad y la integridad, con la necesidad de mantener y ejercer autoridad de manera efectiva. Por un lado, el príncipe debe ser un modelo a seguir para su pueblo, representando lo mejor de la tradición y la identidad de su nación. Rodríguez (2022) manifiesta:

El príncipe debe mostrar que tiene todas esas cualidades buenas que representan lo mejor de la tradición de su pueblo, debe parecer ejemplar, fuerte, compasivo, leal, íntegro, creyente y religioso. Los súbditos deben creer que están orgullosos y representados por la grandeza de su líder, pero también deben estar convencidos de que nadie puede pasar por encima de la autoridad del mandatario. (p.4)

Se valora la importancia de que un líder sea ejemplar, fuerte, compasivo, leal e íntegro, y destaca la necesidad de inspirar orgullo y confianza entre los súbditos. Sin embargo, también sugiere que un líder debe ser temido y hacer uso de la crueldad cuando sea necesario, y que puede ser necesario simular, disimular y engañar para mantener el respeto y el control. Desde una perspectiva ética y moral, estas declaraciones plantean serias preocupaciones. La idea de que un líder debe aplicar castigos ejemplares y hacer uso de la crueldad puede ser incompatible con los principios de justicia, derechos humanos y dignidad humana. En esta situación, ¿qué medidas deberían tomar los ciudadanos ante esta manera de actuar de los políticos?

Para concluir en la obra el príncipe de Nicolás Maquiavelo se muestran las características que debe reunir un líder político y social en la actualidad. Es así como el autor indica que el líder, debe ser astuto, flexible y, en ocasiones, incluso dispuesto a recurrir a tácticas poco éticas para mantenerse en el poder. También sugiere que un líder debe equilibrar cualidades admirables con la necesidad de ejercer autoridad de manera efectiva. Además, es crucial considerar cómo estas ideas se aplican en contextos contemporáneos. Frente a ello, toda persona que quiera liderar procesos debe reunir ciertos criterios de liderazgo. Tú qué opinas ¿Cómo han evolucionado nuestras expectativas sobre el liderazgo desde la época de Maquiavelo? ¿Son las mismas cualidades y tácticas válidas en el liderazgo político y social en la actualidad?




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